LOS «HOGARES INTELIGENTES» PARA PERSONAS MAYORES SE EXTIENDEN POR SAYAGO

El proyecto Silver Digi introduce variables de seguimiento relacionadas con la salud y supone un importante avance en la prestación del servicio de atención a mayores en sus domicilios

Autoridades y responsables del programa, en la visita realizada a la comarca de Sayago / CEDIDA

Mejorar la prestación del servicio de atención y cuidado a personas mayores que residen en domicilios enclavados en el medio rural. Este es el objetivo del proyecto Silver Digi impulsado por la Diputación de Zamora, iniciativa que además persigue la creación de un ecosistema de atención avanzada para mayores que residen en el mundo rural, apostando por la innovación y la creación de modelos resilientes, colaborativos e integradores que garanticen la permanencia de los vecinos en su propio domicilio y el mayor tiempo posible.

La vicepresidenta tercera de la Diputación y diputada responsable del servicio de Fondos Europeos, Emprendimiento e Igualdad, Amaranta Ratón Fresno, ha visitado este viernes los municipios de Bermillo de Sayago y Almeida de Sayago, dentro del primer tramo de implementación de hogares inteligentes en el marco del proyecto Silver Digi, que se amplía con la colocación de dispositivos en Peñausende, Muga y Fariza, con los que se completa el ciclo de hogares saludables previstos en el marco de este proyecto innovador.

El proyecto está financiado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y la Diputación de Zamora, enmarcado en la Economy Silver, y supone un importante avance en relación con otros proyectos anteriores desarrollados en la provincia de Zamora, siempre atendiendo a su valor demostrativo y experimental.

En este sentido, aparte de garantizar la monitorización del mayor en su domicilio a través de una tecnología no invasiva, se introduce el seguimiento de otras variables relacionadas con la salud del mayor, determinantes en el ámbito de la prevención y de la calidad de vida en su propio domicilio.

Se incorporan dispositivos que permiten realizar, en tiempo real, el seguimiento de variables de salud: presión arterial, saturación, frecuencia cardiaca, etcétera. Del mismo modo, se incorpora en los hogares una tablet que garantiza otros procesos como la sociabilización y la comunicación del mayor, integrando servicios de apoyo, comercios, información sobre actividades en el pueblo, etc.

Una vecina de la comarca de Sayago que utiliza el programa de monirotización / CEDIDA

Con un simple tick en la tablet que se ha colocado en cada uno de los hogares pueden acceder a la farmacia, la panadería, o cualquier otro comercio rural del que precisen servicio. Amaranta Ratón ha realizado una valoración muy positiva de estos innovadores hogares saludables que apuestan de manera definitiva por la permanencia del mayor dentro de su propio contexto social y familiar.

El proyecto Silver Digi permite conectar todos los negocios locales con los hogares monitorizados con el fin de que puedan acceder a sus servicios de una manera accesible e inmediata. Esta monitorización no solamente garantiza el seguimiento del mayor por parte de los cuidadores silver, sino también por parte de los propios familiares quienes, aunque residan en otros territorios, pueden saber en tiempo real el estado de su familiar a través de la app de su teléfono móvil.

El proyecto Silver Digi abre una ventana más a los modelos de atención de los mayores en el mundo rural. Se vertebra en cuatro ejes fundamentales: la creación del acompañante silver, un nuevo perfil profesional de cuidados y salud; la implantación de tecnología digital para generar nuevos servicios de cuidados de salud en el hogar; la integración de variables de salud, pero también de comunicación y sociabilización del mayor y la creación de emprendimiento utilizando los dispositivos como tablet o similares para la visibilización de emprendedores y pymes, ofreciendo servicios a los mayores en sus domicilios y el desarrollo de infraestructuras públicas para garantizar el acceso universal a los servicios.

fuente: La Opinión de Zamora